Descubrinedo el Arte

Italia
(Introducción)

Existen muchos lugares en el mundo donde un amante del arte puede adentrarse, disfrutar y ser testigo de cómo la humanidad, a lo largo de los tiempos, se ha esforzado para dejar patente tanto talento, intelectualidad, sensibilidad y pasión por la belleza. Ya sean por razones políticas, muestra de ostentación, promulgar doctrinas religiosas, dar una visión plástica del subconsciente o como provocación, no cabe duda de que en todos estos casos y en otros muchos más, mirar arte es siempre enriquecedor. Cada uno de estos lugares está directamente relacionado con una época concreta dentro de la Historia del Arte. Y yo siempre he tenido especial interés por una época en la historia de Europa que revolucionó el concepto del arte. Una época en la que la figura del artista cambió por completo y por fin consiguió infundir el respeto que se merecía. Ya no era un artesano, sino un hombre (la mujer tuvo que esperar un poco más) de la alta sociedad, reputado y por quien dependían reyes y papas. Me refiero, como no podía ser de otra manera, al Renacimiento.

Como todo el mundo sabe, durante la Edad Media, el saber estaba en manos del clero y el papel del arte sólo consistía en describirle al pueblo ignorante y analfabeto (feligreses al fin y al cabo) la palabra de Dios y demás pasajes de las sagradas escrituras.

Pictura est laicorum literatura

Pero a finales del siglo XV y principios del XVI, a raíz de los descubrimientos que empezaron a sensibilizar a la sociedad, como los de esculturas de la antigüedad (Laoconte, Torso de Belvedere, etc.), se empezó a tener un interés por el mundo clásico, la mitología, lo pagano. El buen gusto y la finura de la Antigüedad Griega o el Imperio Romano “renacería”. Y en Italia estarían los artistas para plasmar ese interés, para hacerlo eterno, para dejar atrás la Edad Media y crear la Edad Moderna.

Italia, donde mis padres determinaron que alguien como yo, con aspiraciones artísticas y ansias por conocer de cerca el verdadero significado del arte, se merecía visitar como regalo de fin de carrera.

Así pues, al terminar los estudios de arte en la Universidad de Granada, y por cortesía de mis padres, viajé a Italia en el otoño del 2006 para conocer la cuna del Arte Moderno, retroceder en el tiempo hasta el Renacimiento y ver desde cerca la obra de Miguel Ángel, Bernini, Donatello, Bramante, Brunelleschi, Masaccio y un sinfín de grandes artistas. Aprovechando también, por qué no, el abundante y bien conservado arte clásico, bizantino, románico, gótico, barroco, etc. también presentes en este país.

Sergio García.

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